Los organizadores cifran en 950.000 los asistentes a la manifestación de Barcelona, la Guardia Urbana en 350.000

Las portadas nacionales e internaciones de este lunes se hacen eco de la masiva manifestación que ayer domingo inundaba el centro de Barcelona contra la independencia de Cataluña y a favor de la unidad de España.

Los organizadores, Sociedad Civil Catalana, han cifrado en 950.000 personas las que desde la plaza Urquinaona y hasta la estación de Francia, se congregaron bajo el lema ‘Recuperemos la sensatez’, enarbolando banderas catalanas, españolas y europeas.

La Guardia Urbana de Barcelona ha dado una cifra de asistentes bien distinta, rebajando el casi millón de personas que contabilizaba la organización hasta las 350.000.

En cualquier caso, los manifestantes han abarrotado el centro de la ciudad, procedentes principalmente de toda Cataluña y con la participación de dirigentes del PP;,Dolors Montserrat, Rafael Hernando, Javier Arenas, Pablo Casado, Enric Millo, Andrea Levy, Xavier García Albiol o Cristina Cifuentes; de Ciudadanos,Albert Rivera, Inés Arrimadas, José Manuel Villegas o Begoña Villacís; y del PSC;—Salvador Illa, Josep Borrell o Celestino Corbacho.

Partía a las 12 de la mañana de la plaza Urquinaona y discurría la Via Laietana hasta la avenida Marqués de Argentera, donde se ha leído un manifiesto.

Allí, en un escenario instalado frente a la Estación de Francia, han intervenido el nobel Mario Vargas Llosa y el expresidente socialista del Parlamento Europeo Josep Borrell. El primero ha tildado de «golpistas» a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Carme Forcadell, y ha subrayado que la «conjura independentista no destruirá 500 años de historia» de España ni la convertirá en un país «tercermundista».

Borrell, por su parte, ha afirmado que «Cataluña no es una colonia» ni un «Estado ocupado militarmente» y ha hecho un llamamientos a Puigdemont a que «no empuje el país hacia el precipicio», porque «si se declara unilateralmente la independencia este país se va al traste».

Esta gran marcha ha tenido lugar un día después de las grandes manifestaciones a favor del diálogo en numerosas ciudades de España y de que más empresas anunciasen su cambio de domicilio social fuera de Cataluña.