Biolaster habla sobre Competiciones Extremas en Altitud y Entrenamiento en Hipoxia Artificial

Biolaster nos recuerda que el espíritu humano ambiciona logros que motiven su existencia, citius, altius, fortius; cuando estos logros se encaminan por las gestas deportivas, el común de los mortales es capaz de consagrarse a tal punto que roza el autosacrificio, todo con tal de ser el más rápido, alcanzar la cima, o ser el más fuerte de su tiempo.

El precio ordinario para tales hazañas es la dedicación completa de su energía y metas.

Pongamos por ejemplo, las cifras de entrenamiento de un ganador Ironman World Championship, Sebastian Kienle; 10 meses de preparación específica a razón de 15 a 40h semanales de entrenamiento, siendo 30h/semana la media más frecuente.

Para encarar este tipo de competiciones de la manera más correcta, se ha de seguir una preparación bien planificada y adaptada al deportista en cuanto a entrenamiento, nutrición descanso, competiciones, cuidados, ayudas ergogénicas etc.

Veamos algunas técnicas que se pueden implementar en la preparación para la Mejora de Rendimiento:

Un competidor de esta clase debe estar atento a todo tipo de técnicas que puedan ayudarle a potenciar su condición física, mejorando funcionalidades al máximo para incrementar las posibilidades de éxito.

Entrenamiento Respiratorio

La función pulmonar y la capacidad ventilatoria en ejercicio son un factor clave en actividades de resistencia aeróbica ya que los parámetros respiratorios se multiplican intensamente de manera sostenida en el tiempo en este tipo de competiciones.

Está demostrado que la fatiga respiratoria en ejercicio de alta intensidad puede limitar el rendimiento, como comprueba el estudio Effect of inspiratory muscle fatigue on exercise performance taking into account the fatigue-induced excess respiratory drive .

Es recomendable para los deportistas incluir Entrenamiento Muscular Inspiratorio, como puede hacerse con POWERbreathe, para potenciar la capacidad ventilatoria haciendo más eficiente el sistema respiratorio, lo cual libera recursos para uso del sistema locomotor, como comprueba el siguiente estudio de Harms y col, 1998 Effects of respiratory muscle work on cardiac output and its distribution during maximal exercise. .

En la tabla 1 podemos observar la magnitud aproximada de los incrementos en la demanda ventilatoria en ejercicio comparado con valores en reposo.

• El ascenso en altitud por si solo aumentará los valores respiratorios para compensar el empobrecimiento de la concentración de oxígeno ambiental (hipobária).

Hipoxia Intermitente y Entrenamiento en Altitud Simulada

Independientemente de la altitud a la que se pretenda competir, el uso de programas de hipoxia de manera individualizada y correcta, genera una respuesta de factores inducibles por la hipoxia, como la HIF-1 que estimula la liberación de eritropoyetina mejorando valores hematológicos de absorción y transporte de oxígeno y que posibilitan un mayor VO2max, una mejor recuperación y rendimiento.

No solo se puede incrementar el número de hematíes sino que también como respuesta a la hipoxia, se generan óxido nítrico NOS y factores de crecimiento endotelial VEGF que a través de la vasculogénesis y angiogénesis, mejoran la red circulatoria formando nuevos vasos y dilatando los existentes para lograr una mejor oxigenación.

A nivel celular, el estímulo hipóxico optimiza la función mitocondrial, revertiendo su proceso de envejecimiento y haciendo más eficiente la respiración interna.

En suma, entre otros efectos positivos, todo el ciclo respiratorio resulta adaptado para ser capaz de generar más energía. Para lograr estas adaptaciones se pueden realizar diferentes protocolos como hipoxia en reposo (dormir en hipoxia-exponerse a la hipoxia) o hipoxia en ejercicio.

El modo de incorporar al deportista el “entrenamiento en hipoxia” potenciando su sistema en conjunto y evitando inferencias negativas en el rendimiento global, es la clave del éxito del uso de la hipoxia para la mejora del rendimiento. Este plan siempre ha de ser individualizado.
Rendimiento en Altura y Aclimatación
El uso de entrenamiento en altitud/altitud simulada para la mejora de rendimiento a nivel de mar puede generar cierta controversia, basada en definitiva, en el éxito en función del rendimiento competitivo del deportista y de la estrategia del programa hipóxico elegido. Puede optarse por un régimen continuo (24h/día) o intermitente, por entrenar en hipoxia o no hacerlo, por hacerlo en altitud real o simulada, en media o extrema altitud; en definitiva, muchos parámetros que habrán de estudiarse para que el resultado final sea positivo de manera específica en los resultados del atleta.

Sin embargo, hay una estrategia que es indiscutiblemente acertada para la mejora del rendimiento en altitud; REALIZAR UNA ACLIMATACIÓN PREVIA a la estancia/competición en altitud. Si no se vive en altitud y consecuentemente no se está adaptado a ella, un plan de entrenamiento en altitud real o simulada para adaptarse de la mejor manera posible antes de enfrentarse a los efectos deletéreos de la altitud real sobre la capacidad de trabajo del organismo, será determinante ante la alternativa de no hacerlo. Es muy interesante conocer la relación entre la máxima capacidad de consumo de oxígeno VO2max y su merma con la altitud como podemos observar en la gráfica 2.

Año tras año van apareciendo nuevas competiciones que tratan de endurecer la experiencia utilizando para ello el recurso de ascenso en altitud en el propio recorrido, como la novedosa “Southman Extreme Thriatlon” de Tenerife donde se asciende hasta la cima del cráter del volcán Teide a 3.718m, los maratones de montaña o el “Yading Skyrun” de Sichuan (China), donde se asciende hasta los 4664m (FiO2=11,6%) iniciando la carrera desde los 2900m (FiO2=14,5%).

Este tipo de competiciones por encima de los 2000m de altitud han de contemplar perentoriamente algún tipo de aclimatación previa (real/simulada) para evitar la hipoxemia que sufriría un individuo no adaptado debido a la altitud y al mayor consumo de O2 de la musculatura activa, musculatura que tendría mayor dificultad para generar energía al disminuir la capacidad de uso de ácidos grasos que precisan mayor cantidad de O2 que los carbohidratos.

No solo se percibiría un descenso del rendimiento de la musculatura locomotora por sí misma, sino que también se percibiría fatiga originada por el sistema nervioso central por efecto de la reducción de oxígeno en el cerebro.

Ya sea con intención de Mejora de Salud, Aclimatación a la Altitud o Rendimiento en Altitud o a nivel de Mar, el Entrenamiento Respiratorio y el Entrenamiento en Hipoxia son técnicas que recomendamos valorar para la potenciación del deportista.

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