Homenaje al personal de Ferrocarril del Urola represaliado por la represión franquista

El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha homenajeado, en nombre de la institución foral, al personal del Ferrocarril del Urola represaliado “por su compromiso con la libertad y los valores democráticos”. “Se mantuvieron leales a las autoridades legítimas, y por eso fueron castigados”, ha afirmado el diputado general.

El acto ha tenido lugar en la sala Patio de Tabakalera, en Donostia, donde se ha hecho un repaso lo sucedido en Gipuzkoa durante la guerra a través del espectáculo teatral ‘Trenak ekarri, gerrak eraman’, que ha corrido a cargo de la compañía Hika y que ha tenido el ferrocarril como eje.

El proceso de depuración del franquismo afectó a 1.051 personas en la Diputación Provincial de Gipuzkoa (en 1936 no tenía carácter foral), siendo 123 de ellas ferroviarios y ferroviarias. Cuando se cumplen 80 años del golpe de estado y posterior guerra, la Diputación ha ofrecido su reconocimiento institucional al personal del Ferrocarril del Urola represaliado.

Además de Olano, han participado en el acto Eneko Goia, alcalde de Donostia; Jose Antonio Santano, alcalde de Irun; Oier Korta, alcalde de Zumaia; Ane Beitia, alcaldesa de Elgoibar; e Iraitz Lazkano, alcalde Elgeta, como representantes de localidades que fueron escenario de hechos tristemente destacables en aquel 1936. Al final del acto se ha procedido a homenajear a los ferroviarios, que han recibido un recuerdo de manos del diputado general. En total, han participado en el evento familiares de más de 40 trabajadores y trabajadoras del tren. De este modo, la Diputación cierra el camino que empezó a andar en 2004, cuando homenajeó a miqueletes, peones, telefonistas y demás personal de la Diputación represaliado por el franquismo.

“Solemos reivindicar los valores de los grandes personajes de la historia”, ha dicho Olano en su intervención, “y en ocasiones parecemos olvidar a quienes son perseguidos y reprimidos por defender esos mismos valores”, poniendo a los ferroviarios y ferroviarias del Urola como ejemplo. Por ello, en nombre de la Diputación, Olano ha mostrado su agradecimiento y reconocimiento a este colectivo ya que “nunca es tarde”. “Son la cooperación y el compromiso de toda la sociedad las que hacen que este pueblo avance, y de ahí nuestro total reconocimiento a quienes en 1936 intentaron llevar a cabo precisamente esto”, ha señalado.

El personal del Ferrocarril trabajó con normalidad durante las primeras semanas de guerra. En septiembre, sin embargo, tras tomar el bando sublevado Irun y Donostia, se cursó la orden de evacuación del territorio que obedecieron 79 trabajadores y trabajadoras del tren del Urola, quienes se llevaron consigo a Bizkaia diversas locomotoras y vagones. Asimismo, realizaron diversos sabotajes para dificultar la utilización del ferrocarril, incluyendo el derribo de un puente en Urretxu. Una vez en Bizkaia trabajaron custodiando los recursos del Ferrocarril del Urola o se pusieron a las órdenes de los recién creados Ferrocarriles de Euzkadi. Cuando los sublevados tomaron la comarca, decretaron el despido de todo aquel que no se presentará en su puesto de trabajo en 48 horas, por lo quienes huyeron a Bizkaia quedaron sin empleo. Luego, en el proceso de depuración, se confirmaron los 79, a los que se sumaron otros cinco más. El resto recibieron castigos temporales de suspensión de empleo o sueldo.

Gipuzkoa 1936

El diputado general también ha puesto el foco en el papel que jugó Gipuzkoa en la guerra de 1936, ya que la contribución del territorio fue “clave” para la creación del Gobierno Vasco. “La resistencia de los Intxortas detuvo el avance sublevado el 4 de octubre de 1936, y tres días después Jose Antonio Agirre juraba como primer lehendakari en Gernika”, ha recordado Olano. “La defensa de la legitimidad democrática, soberanía del pueblo vasco, libertad… todo eso es lo que representaba aquel Gobierno vasco. Y fue la resistencia llevada a cabo en los momentos guipuzcoanos la que hizo que todo aquello fuera posible”, ha reivindicado.

Las columnas sublevadas penetraron en Gipuzkoa apenas una semana después de que fracasará el golpe de estado de Franco. Según se fueron apoderando del territorio, la sociedad guipuzcoana del momento tuvo que padecer los fusilamientos, exilios forzados y todo tipo de excesos, una cruda realidad sacada a la palestra por testimonios de los alcaldes y alcaldesa participantes en el acto. “Aquel Gobierno vasco luchó contra esa oscuridad, en defensa de la libertad. A esos valores se aferraron muchos guipuzcoanos y guipuzcoanas, como el personal del Ferrocarril del Urola, y por eso fueron represaliados y castigados”, ha añadido.