La importancia de reforzar la musculatura abdominal y el suelo pélvico durante el embarazo. Información suministrada por Sendagrup

Sendagrup, el centro médico líder en Donostia, nos ofrece esta interesante información sobre el embarazo. La biomecánica muscular en la mujer adquiere una especial importancia durante la gestación y es una faceta muy importante a tener en consideración para lograr un embarazo, un parto y una recuperación con el mínimo de secuelas posible. Desde Sendagrup recalcan la importancia de establecer una serie de recomendaciones sobre hábitos posturales que puedan facilitar la transición a embarazo, parto y vuelta a la normalidad.

El punto clave en el embarazo se encuentra en la esfera lumbo-abdominopélvica, esto es el conjunto de músculos del abdomen conformado en su cara superior por el diafragma, en sus caras laterales, anterior y posterior por la musculatura abdominal y lumbar, y por el suelo pélvico en su cara inferior. Todas estas estructuras cumplen papeles fundamentales en la biomecánica postural habitual y en muchos casos, debido al estilo de vida o a la falta de tono, se encuentran debilitados y son fuente de patologías principalmente lumbalgias.

Durante el embarazo esta esfera muscular, así como elementos ligamentosos, alteran su cohesión para acomodar el feto, contribuyendo así a parte de las incomodidades y dolores característicos de la mujer embarazada. Si alguna de estas estructuras se encontraba previamente afectada, se vuelve más difícil que se recupere completamente tras el parto, llevando a futuras lesiones, debilidades e incluso desgarros.

En cuanto a las recomendaciones, destacan que el suelo pélvico sustenta las vísceras y colabora en su buen funcionamiento, además de que es la zona que más se afecta a lo largo de un embarazo y un parto. Un buen tono y funcionamiento de esta musculatura permitirá prevenir la incontinencia, además de que facilitará la expulsión del bebé. Potenciar la función fásica y tónica del suelo pélvico por medio del biofeedback y otras técnicas, y asegurar las funciones reflejas automáticas con la musculatura abdominal, son clave durante esta etapa

Además, para que la musculatura abdominal pueda adaptarse bien a los cambios del embarazo con el mínimo sufrimiento articular es importante que la espalda y la cadera se encuentren en un estado ergonómico que permita trasmitir bien el peso del cuerpo y las tensiones de la bipedestación; si bien es cierto que el sistema musculo-esquelético tiene capacidad de adaptación, durante el embarazo lo sometemos a un estrés excesivo que pone a prueba estas capacidades.