El alcalde de Donostia, Eneko Goia, valora la «buena disposición» del Ministerio de Defensa a la hora de «abrir una comunicación» en torno al traslado de los cuarteles de Loiola, aunque ha subrayado que «tal como intuíamos, esta pretensión que tiene la ciudad es difícil porque los intereses que pueda tener el Ejército en este momento son otros posiblemente».
Goia se reunía el miércoles en Madrid con el director de Infraestructuras del Ministerio de Defensa, Eduardo Zamarripa, con el objetivo de abrir cauces de diálogo para definir el futuro de los cuarteles de Loiola.
Tras el encuentro, el alcalde donostiarra ha manifestado: «Creo que hemos hallado una buena disposición por lo menos a abrir una comunicación y un camino en el que podamos intercambiar propuestas, impresiones o alternativas».
«Es un camino que sabemos que es difícil y hoy se ha puesto de manifiesto que sigue siendo difícil».
Ha añadido en sus declaraciones que «alguna puerta entreabierta sí existe», porque «no hay una posición absolutamente cerrada a que sea Loiola y que solamente pueda ser Loiola» aunque, según ha admitido, «tampoco sabemos muy bien cuáles pueden ser las alternativas».
Goia ha explicado que el ejército sigue considerando que «las dimensiones y prestaciones del actual emplazamiento deben seguir permaneciendo, no sé si en el lugar exacto o en el entorno, lo que es un obstáculo e implica dificultades para buscar una salida» a corto o medio plazo.
El Ejército insiste en la necesidad de seguir operando en el acuartelamiento de Loiola, manteniendo las instalaciones actuales que abarcan 170 hectáreas. Por tanto, según han explicado fuentes municipales, encontrar una alternativa de esas dimensiones que ofrecer a Defensa en la capital guipuzcoana sería «muy difícil», además de suponer un costo económico muy elevado.
