GuraSOS denuncia que el vertido de Arkaitzerreka fue «intencionado para ocultar el funcionamiento ilegal» de la incineradora

El vertido que se produjo en el arroyo de Arkaitzerreka en mayo de 2020 aún está dando que hablar. Concretamente la plataforma GuraSOS ha denunciado que el «desastre ecológico» fue «intencionado para ocultar el funcionamiento ilegal» de la incineradora de Zubieta, basándose en las investigaciones policiales llevadas a cabo y que se dieron a conocer ayer en Donostia.

El grupo afirma que el vertido «fue consecuencia de un cúmulo de graves irregularidades e ilegalidades que venían cometiéndose en el desarrollo del proyecto».Además, ha señalado que cuando se detectó el derrame de amoniaco, «la prioridad no fue reducir su impacto sino ocultar las pruebas de su existencia, no informando al resto de autoridades e impidiendo la inspección de las instalaciones».

Al parecer, la investigación «desmiente la versión de GHK de la existencia de un circuito cerrado y la imposibilidad de vertido a la regata». «En realidad el cubeto de derrames de amoniaco estaba conectado directamente con la red de pluviales y el vertido se producía directo a la regata, contraviniendo la autorización ambiental y de vertidos a cauce», han puntualizado.

Asimismo GuraSOS ha denunciado que los responsables de la instalación intentaron borrar las huellas del derrame de amoniaco a base de verter ingentes cantidades de agua -2.302.992 litros de agua amoniacada según desvela la investigación- que arrastraron el amoniaco presente en toda la red y depósitos de pluviales directamente al caudal del arroyo Arkaitzerreka.

Por otro lado, la plataforma ha hecho público que la investigación desvela también que se han detectado «altísimos niveles de claroalcanos en el tejido de una anguila muerta», una sustancia «prohibida desde 2004, muy tóxica y con evidencias claras de ser cancerígena que los investigadores sospechan pueda tener su origen en la incineración de plásticos, gomas y otros residuos procedentes de la incineradora». Además, se ha podido conocer que la mortandad provocada por el derrame de agua amoniacada «no se limitó a los cientos de peces recogidos», sino que había afectado también «a animales de gran tamaño» puesto que al menos «15 ovejas murieron tras abrevar en la regata».