Estudiantes de Derecho y representantes de la judicatura debaten sobre la “Ley del Solo Sí es Sí” en Deusto Donostia

El jueves 30 de marzo tuvo lugar, en la Sala Foro del campus de San Sebastián de la Universidad de Deusto, una jornada sobre la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual (más conocida como la “Ley del Solo Sí es Sí”), organizada por la Facultad de Derecho de la Universidad de Deusto, el Ilustre Colegio de la Abogacía de Gipuzkoa (ICAGI) y la Asociación de Profesionales de la Magistratura (APM). El encuentro fue inaugurado por Gema Tomás Martínez, Decana de la Facultad de Derecho, quien tras una breve introducción presentó a los tres ponentes de la jornada: Itziar Casanueva Sanz, profesora de Derecho penal de la Universidad, María Jose Barbarín Urquiaga, Magistrada de lo Penal de la AP de Gipuzkoa, y Ainara Miranda Solano, abogada en ejercicio y Secretaria de la Junta del ICAGI.

Durante el encuentro los estudiantes de Derecho del campus y los profesionales allí presentes tuvieron la oportunidad de escuchar y conversar sobre las novedades introducidas por la Ley y contrastar los mensajes recibidos por los medios de comunicación por tres profesionales de la práctica jurídica, cada una desde su perspectiva complementaria.

En concreto, Itziar Casanueva comenzó su intervención visibilizando las diferencias entre la nueva legislación y la anterior, producidas por el cambio legislativo impulsado por la alarma social creada por el Caso de la Manada. Itziar, en cualquier caso, recordó la importancia y vigencia de los principios penales como legalidad y proporcionalidad, que deben presidir cualquier regulación y aplicación penal. Además, subrayó el hecho de que los marcos penales propuestos por la nueva Ley son, en su mayoría, más amplios que los de la norma derogada. Por último, la profesora se centró en analizar y contrastar los titulares publicados por varios medios de comunicación en los últimos meses y concluir que, en algunas de las cuestiones anunciadas por estos, la reforma no era necesaria.

Por su parte, María José Barbarin, aportó su perspectiva desde la tarea de la aplicación de la ley y subrayó que cada vez deben dirimir sobre más casos de delitos contra la libertad sexual y centró su intervención principalmente en dos cuestiones. En primer lugar sobre el consentimiento, donde comentó que la interpretación en sede judicial no ha cambiado demasiado con la nueva normativa y explicó los dos modelos posibles: el del veto y el modelo positivo. Después, sobre las controvertidas revisiones de condena, diferenció los supuestos en los que aún no existía sentencia firme y en los que ya se había pasado a fase de ejecución y comentó que el establecimiento de disposiciones transitorias hubiese ayudado mucho en la tarea.

En tercer lugar, Ainara Miranda, desde la perspectiva de la abogacía, habló sobre la definición de la declaración de la víctima como única prueba de cargo en contraposición a la presunción de inocencia. Además, trató de visibilizar el resto de novedades introducidas por la nueva normativa, que introducen mejoras procesales y obligaciones en materia de reconocimiento de derechos para las víctimas, en términos de prevención, victimización, sensibilización o formación de operadores jurídicos. También se centró en la nueva definición de consentimiento que introduce la Ley.

A continuación, se dio paso al turno de preguntas, en el que se trataron cuestiones como el concepto de prevalimiento, la naturaleza de los delitos contra la libertad sexual, el tratamiento de los medios de comunicación de estas cuestiones o la posibilidad de que los juristas sean más didácticos y traten de transmitir mejor los planteamientos técnicos a la ciudadanía.

Por último, la jornada fue clausurada por el Presidente de la Asociación Profesional de la Magistratura en el País Vasco, Emilio Lamo de Espinosa Vázquez de Sola, quien destacó el creciente número de reformas penales que estamos viviendo en los últimos años.

Cabe destacar que uno de los puntos más interesantes de la jornada fue la variedad y diversidad entre el público presente, donde se encontraban estudiantes, jueces, abogadas, registradores, académicos y personas ajenas al mundo del Derecho. Algo que no hizo más que enriquecer el debate y aportar diferentes miradas sobre una cuestión que nos concierne e interesa a todos.