El Jardín de los Idiomas será reflejo de la diversidad lingüística de la ciudad hasta diciembre

La calle Peña y Goñi de Gros se ha convertido estos días, y hasta diciembre, en Jardín de los Idiomas, como reflejo de la diversidad lingüística de la ciudad, dentro del proyecto EusKarriak.

El Jardín de los Idiomas (Hizkuntzen Lorategia) es un proyecto artístico enmarcado dentro del proyecto de la Capitalidad EusKarriak. Bagera Elkartea y San Sebastián 2016 han querido reflejar los idiomas que se hablan en Donostia mediante una propuesta gráfica realizada por la artista Izaskun Alvarez Gainza (Dolo). Esta propuesta simbólica tendrá lugar hasta mediados de noviembre en la calle Peña y Goñi, y se podrá consultar la información acerca de la iniciativa también en la web www.euskarriak.eus.

Se hablan miles de idiomas en el mundo. Esa diversidad es como la que se puede ver reflejada en un jardín; los colores, olores y formas de cada una son imprescindibles para crear un conjunto colorido. En San Sebastián también existen decenas de idiomas entre nosotros; frecuentemente, más de los que imaginamos.
Para dar valor a esa diversidad, se han seleccionado 12 de las docenas de idiomas que se hablan y colocado textos en dichas lenguas en los escaparates de las tiendas de Peña y Goñi.

Los textos reflejan en este caso los siguientes idiomas: búlgaro, catalán, árabe, fang, quichua, aragonés, euskera, rumano, gallego, gaélico-irlandés y japonés. Por otra parte, se han colocado instalaciones de luz en los escaparates, y al caer la noche, las luces crearán una ambientación colorida, y convertirán el jardín de los idiomas en un jardín lumínico. Esta intervención está presente en la calle Peña y Goñi delimitada por totems rojizos, y se podrá obtener información acerca de la instalación mediante los folletos repartidos en los establecimientos participantes.
En el Jardín de los idiomas, como las plantas o flores, cada idioma es único, y se quiere reivindicar el cuidado que requiere cada una de ellas, ya que la diversidad trae la riqueza, la belleza.

Este espacio en el que se trabajan el cuidado, la riqueza, la diversidad y la relación entre los distintos elementos esta basado en el concepto «jardín planetario» de Gilles Glément.