La astenia primaveral es un trastorno adaptativo debido al cambio de estación, no es una enfermedad.
Como su nombre indica, se suele producir alrededor del inicio de la primavera y cursa con síntomas de cansancio generalizado (tanto físico como mental) y sensación de falta de vitalidad generalizada.
No se conocen las causas, parece que hay una alteración en la producción de Melatonina y Serotonina, pero no está confirmado. Es más frecuente en mujeres, de edades entre los 20 y 50 años y tiene una duración aproximada y limitada más o menos de unos 15 días. Si se supera este tiempo de forma prolongada y/o los síntomas se agravan, lo más recomendable sería ponerse en manos de profesionales sanitarios.
Estos son algunos consejos que pueden aliviar los efectos de esta astenia:
- Con respecto a alimentación, el aporte de Vitamina D ayuda a suavizar los síntomas. Puedes encontrar esta vitamina en los pescados azules como, las Anchoas del Cantábrico, Bonito del Norte, las Sardinas… También en la yema de huevo, lácteos, setas, champiñones…
- Es muy aconsejable tomar frutas y verduras de diferente colorido ya que de esta manera nos aseguramos un aporte adecuado de todas las vitaminas y minerales: Fresas, kiwis, naranjas, brócoli, espinacas, calabaza, zanahoria, arándanos…
- Realizar cierta actividad física moderada, de este modo se liberan endorfinas.
- Adaptar poco a poco los horarios de sueño antes de que se produzca el cambio de hora, que suele ser en marzo y agrava un poco esta sintomatología.
Como siempre, unos buenos hábitos nos ayudan a mitigar estos pequeños trastornos.
Dra. Arantza López-Ocaña en la sección de Nutrición y Salud de Conservas Serrats.