El buen mantenimiento de un parque infantil de interior es aquel que asegura que la instalación cumple siempre sus cometido.
Para ello en Icolandia entregamos con todos nuestros parques un manual de uso que presenta una serie de directrices y recomendaciones para mantenerlo en buen estado y cumplir con las expectativas de los clientes.
Sin embargo, no tratamos simplemente de plasmar en una guía la utilización y el cuidado de nuestros productos, sino que pretendemos que ambas partes se involucren a fondo, nosotros como fabricante y la empresa cliente como gestor responsable de la instalación.
Con este objetivo ponemos a su alcance toda la información referente al producto así como distintas herramientas que le ayudarán a realizar el seguimiento preventivo, contando con el asesoramiento de especialistas.
Por nuestra parte, partimos de una filosofía que se basa en dos puntos clave con respecto a nuestras instalaciones. Por un lado, a nivel de usuario, tratamos de fomentar la educación infantil en terrenos como el social, emocional, físico y creativo y por otro, a nivel de cliente, pretendemos ofrecer un producto de muy alta calidad, que haga su inversión atractiva y duradera, pudiendo así disfrutar de un parque en buenas condiciones a lo largo de los años.
La metodología que planteamos trata de hacer posible el cumplimiento de esta filosofía mediante la aceptación y el seguimiento de todos los puntos y recomendaciones del manual, que está elaborado de manera clara y sencilla para facilitar estas labores y contribuir a un buen mantenimiento.
Esto garantiza la prevención de posibles deterioros o accidentes dentro del parque, ofreciendo un producto de alta calidad durante todo su ciclo de vida.
Para cumplir con estas expectativas elaboramos también un plan de seguimiento para las inspecciones y el mantenimiento del parque.
El cliente es el máximo conocedor de las exigencias y demandas de su parque, por lo que será el encargado de concretar este planning con la periodicidad necesaria, cuidando de realizar las inspecciones mínimas recomendadas por el fabricante.
Además se deberá tener en cuenta la necesidad de unas primeras revisiones extraordinarias para asegurar los materiales y su fijación, tanto al principio del funcionamiento del parque como cuando se realicen cambios importantes en la estructura.