EL COVID-19 y LOS EVENTOS EMPRESARIALES

Todo evento empresarial  conlleva agrupar a numerosas personas en un mismo espacio, por lo tanto, no es de extrañar que haya sido una de las actividades / cuestiones más castigadas por el COVID-19. Son innumerables las ferias, encuentros deportivos, congresos, exposiciones, conciertos, etc., que se han visto aplazados y/o suspendidos.

Y, más allá de los eventos públicos, están también los eventos privados y también los empresariales. La incertidumbre sanitaria que actualmente nos rodea complica planificar, convocar y organizar eventos durante el tiempo que resta para que finalice el año, pero, sin duda, hay vida más allá del confinamiento y, es ahora, cuando el factor humano cobra más importancia si cabe. “La clave está en reinventarse y en hallar nuevas fórmulas de sorprender; buscando, como siempre, la esencia de las cosas y organizando eventos que sean punto de encuentro, teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad e higiene que resulten necesarias”; nos dice Sol Busca, fundadora de la agencia de comunicación y eventos EN CLAVE DE SOL que este año estaba inmersa en la organización de la celebración de múltiples aniversarios de empresas y otros eventos empresariales que se han visto truncados por el nuevo escenario socio-sanitario. 

“Por suerte, cada vez son más las empresas conscientes del valor que aportan los eventos y las relaciones humanas en las empresas, tanto con clientes, como con los propios trabajadores. Esta situación está poniendo el foco, aún más, en el contacto directo con nuestros equipos”; dice Sol Busca con ilusión en sus palabras y con esperanza en un futuro próximos. 

Sin duda pasará tiempo hasta que podamos juntarnos sin guardar distancias, sin contener las ganas de darnos un abrazo improvisado y natural, o de acompañar el brindis con un gesto cercano, pero, por lo pronto, el 1 de junio se reactivan las actividades y eventos culturales y los eventos empresariales guardando las medidas de seguridad e higiene establecidas por el Gobierno: con un máximo de 50 personas y 1/3 del aforo en espacios cerrados y 400 personas en espacios abiertos. 

Una semana después, el 8 de junio, si todo se mantiene según el calendario previsto actualmente, comenzaremos la tercera y última fase en la que el aforo máximo corresponderá a un 1/3 de la capacidad del espacio cerrado sin límite de personas. 

Pronto volveremos a vernos las caras, a trabajar codo con codo, y a sentir ese calor humano que por naturaleza nos invade, aunque estemos a dos metros de distancia.