Xabier Riezu, nuevo vicerrector del campus de San Sebastián de la Universidad de Deusto

De izquierda a derecha: Eduardo Ruiz Vieytez, Xabier Riezu y Javier Arellano.

La Universidad de Deusto ha celebrado la toma de posesión del nuevo vicerrector del campus de San Sebastián, Xabier Riezu, el vicerrector de Estrategia Universitaria, Eduardo Ruiz Vieytez, y el decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Javier Arellano. Dos nuevos vicerrectores y un nuevo decano que asumen sus responsabilidades en un tiempo marcado por la pandemia.

El campus donostiarra, que comenzó su andadura en Mundaitz en 1965 tras el inicio de su actividad académica en 1956 en Ategorrieta, renueva a su vicerrector. Fue en 1979, cuando los llamados EUTG (Estudios Universitarios y Técnicos de Gipuzkoa) comenzaron su relación con Deusto, una relación que culminó en unión en 1989, año desde el cual este campus es de la Universidad de Deusto. Desde entonces, su cargo principal es el de vicerrector del campus de Donostia. Hoy se ha renovado este puesto, una responsabilidad que asume Xabier Riezu, en sustitución de José Antonio Rodríguez Ranz.

En sus primeras palabras como vicerrector, Xabier Riezu se ha mostrado convencido de que es imposible que “yo personifique a este Campus de San Sebastián. De hecho, nadie podría aspirar a hacerlo. Redescubro todo lo que hacemos (formando a alumnos, investigando, en nuestra relación con el tejido empresarial, administración pública, movimientos sociales, con la Iglesia…), y me doy cuenta de que no hay persona digna de representar tanto. Y si lo pretendiera, sería un impostor y un mal vicerrector. Nuestro campus y todo lo que proyecta a su alrededor es el resultado de la suma de muchas personas, talentos, colaboraciones, redes… de un empeño compartido por contribuir desde lo que somos a transformar el mundo juntos. Mi tarea a partir de hoy (que tendré que aprender) no es más importante, no es más “Deusto”, que la de cualquier otro. Contad con mi compromiso para trabajar infatigablemente en el impulso de nuestro campus ante los retos del futuro”.

Agentes más interrelacionados

El potencial del conjunto de la Universidad en el campus donostiarra se ha mostrado con la implantación de distintos grados. Nunca ha habido tanto grados como lo que hay este año y son grados que dependen de Facultades que no eran las clásicas en este campus, ya sea Ingeniería, Derecho y, últimamente con más fuerza, Psicología y Educación, que este curso se transformará en Ciencias de la Salud, por un lado, y Educación y Deporte, por otro. Además, la relación entre los distintos campus cada vez se parece menos a un débil nexo entre dos meros compartimentos estancos, un ejemplo de ello es que personas del campus de San Sebastián tienen responsabilidades para el conjunto de la universidad. Por otro lado, la intervención de la Universidad de Deusto en el territorio guipuzcoano no depende solo de las personas de este campus, sino del conjunto de la universidad.

Al respecto, el rector José María Guibert, cree que hemos de seguir siendo creativos en la interacción entre campus y territorios, así como en el trabajo en red con UNIJES, Kircher Networt y IAJU, siendo estas dos últimas, las redes europea y mundial de universidades jesuitas. También asegura que se ha de seguir pensando en la participación y vinculación con los nuevos proyectos que afectan más directamente a lo territorial y en los que están implicadas otras entidades educativas, sociales y pastorales, del campo jesuítico. “Este pensar juntos y aprovechar sinergias entre lo local y lo más global no es un reto solo para la universidad”. Y de ahí que considera que somos agentes que vivimos cada vez con más interrelaciones y hemos de pensar más lo propio desde un conjunto más amplio.

Como inspiración para preguntarnos sobre la propia identidad en un contexto global, el rector se ha fijado en la figura de Manuel Larramendi, un jesuita guipuzcoano del siglo XVIII, filólogo e historiador. Profesor universitario en Salamanca y Valladolid, durante la época de la Ilustración fue impulsor de la lengua y la cultura vascas, así como pensador sobre sus costumbres y modelo de país. “El edificio que estamos construyendo en el campus, y que esperemos podamos terminar pronto, llevará el nombre “Larramendi Eraikina”, en su memoria.”, ha adelantado.

El COVID en Deusto

En relación con el COVID, José María Guibert ha recordado que estamos en una situación de crisis. Ha pedido tener paciencia, pues no tenemos garantías de que la situación se vaya a arreglar en breve, y ha valorado y agradecido el esfuerzo que supone mantener las actividades académica presenciales. En este sentido, el registro que se mantiene sobre la afección del COVID-19 en nuestra actividad muestra que la incidencia no ha sido muy alta. En concreto, los principales datos en lo que toca a la llamada segunda ola, es decir, la incidencia acumulada entre septiembre y octubre, son los que siguen:

-Número de resultados PCR+ entre el personal de la UD (profesores y otros empleados) acumulados durante el mes de septiembre y octubre: 15 personas (cerca del 1% del personal, del total de 1477 personas)

-Personal de la UD aislado por ser contacto estrecho en el centro universitario (según IMQ Prevención) durante los meses de septiembre y octubre: 34 (de los cuales solo 1 ha resultado positivo en su análisis PCR). Eso quiere decir que la universidad no ha sido lugar de transmisión de la enfermedad.

-Número de resultados PCR+ en estudiantes de la UD durante los meses de septiembre y octubre: 94 (de un total de más de 10.000, es decir, no llega al 1%)

-Número de aulas cerradas con motivo de la pandemia: 0

Por tanto, la incidencia no está siendo muy alta. Estos son los datos acumulados. Como los casos de PCR+ van recuperándose con normalidad tras unos días de baja, eso quiere decir que la incidencia cada semana concreta es una tercera parte o una cuarta parte del conjunto acumulado de afectados. 

Sin embargo, estos datos no garantizan que la incidencia no vaya a crecer en el futuro porque la expansión de la pandemia depende muchos factores. “Desde nuestra responsabilidad, continuamos con la implementación de las medidas establecidas. Y estamos atentos a seguir monitorizando la situación”, ha apuntado el rector de Deusto.

Servicio, visión y personas

A los nuevos cargos, el rector les ha señalado tres cosas, ideas o conceptos que cree deben estar presentes en sus nuevas responsabilidades: servicio, visión y personas. “Servicio” porque el único modo de entender un cargo así es desde un planteamiento personal de servicio. El segundo término es “visión”, lo que significa que desde unos cargos así, toca no solo ser unos buenos gestores o administradores, sino aportar visión para dar respuestas en mundo tan cambiante. Y sobre el término “personas”, les ha indicado: “todo se hace a través de personas y con personas. Nada se logra en vacío o en la pura teoría”.

Tres palabras que el propio san Francisco Javier las incluía en las recomendaciones que hacía cuando nombraba superiores, rectores o responsables. Así, en relación con el servicio, Javier les invitaba a ir más allá del agobio particular y buscar soluciones para toda la organización. “La cultura de servicio a una causa común es condición necesaria para que sobrevivamos como institución”, ha añadido el rector Guibert.

Sobre la visión y refiriéndose a lo que aporta a la tarea universitaria, el rector ha aludido a la expresión de Javier “libros vivos” que contraponía a “libros escritos muertos” lo que quiere decir que quiere más la práctica que la teoría, más “libros vivos”, que “libros escritos muertos”. Es más, cuando se refiere a “libros vivos” es una invitación a conocer a las personas y no quedarse en la teoría. Sobre esta idea, el rector ha agregado que: “en la visión que tengamos de universidad, hemos de pensar siempre a quién servimos. El conocimiento y la investigación son para servir a las personas concretas”.

Por último, José María Guibert ha citado otro de los consejos que daba Javier a uno que iba a ser superior de comunidad: les pedía que se hicieran amar por los suyos. Ello –ha dicho- “implica generar confianza. Hacer ver que las decisiones se toman por algo. Esto lleva a comunicar mucho. No solo hacer, sino comunicar. Porque puede que hagamos mucho, pero que no se entienda lo que hacemos. Así que, la pregunta que este rector os tiene que hacer de vez en cuando es “¿Qué? ¿tu gente te quiere?”. Eso es lo importante del liderazgo, según Javier”.