Siguiendo el impulso iniciado por Antonio Aranzábal en el año 2000, Deusto Business School y la Fundación Antonio Aranzábal han celebrado la XXV Jornada de la Empresa Familiar en el campus de Donostia-San Sebastián.
Jesús Guibert Azcue galardonado a título póstumo con el “Premio Antonio Aranzábal al empresario emprendedor 2025” por su labor en Marcial Ucin.
En esta Jornada, la Directora de la Cátedra, Cristina Aragón, ha destacado la labor desarrollada en este cuarto de siglo. Más de 300 directivos y de 400 estudiantes se han formado en empresa familiar, 22 familias empresarias han sido galardonadas con el Premio Antonio Aranzábal y 25 casos de empresas familiares constituyen una de las mayores colecciones de casos de empresa familiar publicadas en abierto. Las colaboraciones de la Cátedra con Diputación Foral de Gipuzkoa, Rural Kutxa, AEFAME, Cámara de Comercio de Gipuzkoa, Orkestra, Instituto Vasco de Finanzas, Federación Mercantil de Gipuzkoa, Elkargi, y otros agentes e instituciones han permitido trasvasar conocimiento de la universidad a la sociedad y de la empresa a la universidad. Crear y transferir conocimiento ha sido el objetivo de sus más de 25 publicaciones y comunicaciones en congresos y más de 15 proyectos y tesis doctorales.
En esta edición, que ha tenido como tema central “Celebrando 25 años de vínculos”, han participado: María Pilar Martínez Cosentino, Vicepresidenta Ejecutiva y miembro de la tercera generación de Grupo Cosentino; Félix Lascaray Palacios, Director General y miembro de la sexta generación de Lea Lascaray e Ignacio Rivera Quintana, Presidente y miembro de la cuarta generación de Grupo Hijos de Rivera, además de Presidente del Instituto de la Empresa Familiar.

Se estiman que 200 personas se han reunido en Deusto con ocasión del aniversario y entre ellas, la representación institucional ha sido muy alta. A la Jornada han asistido Unai Andueza, Diputado de Promoción Económica y Proyectos Estratégicos, de la Diputación Foral de Gipuzkoa; y en el terreno de las asociaciones empresariales, estuvieron presentes Gaizka Zulaika Director de AEFAME y Ana Isabel Yoldi, Directora de ASLE Gipuzkoa, entre otros.
También la Universidad de Deusto ha subrayado la importancia de esta efeméride con la presencia de Juan José Etxeberria SJ., rector de la Universidad, Xabier Riezu y Victor Urcelay, vicerrectores y Álvaro de la Rica, decano de Deusto Business School. El evento ha sido también el marco de la entrega por parte de la Universidad de Deusto de un galardón a la Fundación Antonio Aranzábal en agradecimiento por su audacia, impulso y fidelidad.
Muchos han sido los empresarios y directivos que han querido también acompañar a la escuela de negocios y a la familia Aranzábal en esta celebración. Una muestra de ellos, Javier Ormazabal (Grupo Velatia), Guillermo de Aranzábal (Grupo La Rioja Alta, SA), María Luisa Guibert (Algeposa) y Nuria Lekue (Estaciones de Servicio Galindo) han dejado su testimonio, junto con alumnos, patronos, directivos e instituciones aliadas, en el video conmemorativo del 25 aniversario.
Jesús Guibert Azcue galardonado a título póstumo con el “Premio Antonio Aranzábal al empresario emprendedor 2025” por su labor en Marcial Ucin.
La Fundación Antonio Aranzábal ha entregado el “Premio Antonio Aranzábal”, que en esta ocasión ha recaído en Jesús Guibert Azcue. Con este acto, la Fundación reconoce la trayectoria personal y profesional de este empresario que, con espíritu emprendedor y desde una fuerte vocación de servicio a la empresa y a la comunidad, ha sabido consolidar el proyecto empresarial.
En el ámbito profesional, gracias a su inteligencia, a su talante emprendedor e innovador y a su gran capacidad de trabajo y tesón, consiguió con sus familiares que Marcial Ucín fuese una de las fábricas con tecnología más avanzada del País Vasco, una siderurgia con nombre propio y con gran proyección. La empresa, que desarrolló una expansión geográfica a nivel nacional e internacional, fue el germen del Grupo Marcial Ucín, que englobaba a las plantas de Corrugados Azpeitia, Corrugados Lasao y Corrugados Getafe, así como la planta ADA de Bayona y la de Esteban Orbegozo en Zumarraga. Por todo ello, es considerado un referente en el sector industrial de Gipuzkoa.
En lo personal, la Fundación Antonio Aranzábal ha querido destacar también su carácter humano. Hombre de profundas creencias y muy religioso, fue en su espiritualidad donde encontró fortaleza en algunos de los momentos más difíciles de su vida, como el secuestro de ETA a los 55 años. Hombre discreto, de pocas palabras y de gran calidad humana, su trayectoria humana y profesional ha dejado un legado de gran calado en su familia.
Ha recogido el premio su hija, Maria Luisa Guibert, quien ha dedicado unas palabras de agradecimiento a la Fundación y de recuerdo emotivo a su padre.