Las piscinas públicas de Sopela y Orduña se han visto obligadas a cerrar en varias ocasiones durante los últimos días debido a la presencia de heces en el agua.
De hecho en Sopela, el club Arrietara ha tenido que clausurar sus instalaciones hasta en nueve ocasiones desde el inicio del verano, la última de ellas el pasado fin de semana. Un problema similar se ha registrado en Orduña, donde el Ayuntamiento ha confirmado que la piscina municipal ha tenido que ser vaciada varias veces por la misma causa.
No se trata de incidentes accidentales, sino de un reto viral que incita a defecar en piscinas públicas. Este fenómeno, que al parecer se repite cada verano desde al menos 2018, representa un grave problema de salud pública y de convivencia.