Los incidentes del pasado fin de semana en Azpeitia, donde varios agentes de la Ertzaintza resultaron heridos, han provocado una ola de críticas por parte del PNV, PSE-EE, PP y los principales sindicatos policiales, que censuran la ambigüedad de EH Bildu ante los hechos.
Desde el PNV, Andoni Busquet ha calificado de “intolerables” las agresiones a la Ertzaintza y ha denunciado la “equidistancia” de algunos representantes políticos, mientras que la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, ha pedido una condena “sin distinciones” a la violencia contra los cuerpos policiales. En la misma línea, el socialista José Ignacio Asensio ha acusado a EH Bildu de minimizar la gravedad de lo ocurrido, advirtiendo que “la convivencia exige respeto a las normas y a quienes las hacen cumplir”.
Muriel Larrea (PP) ha ido más allá, acusando a EH Bildu de “blanquear la violencia” y advirtiendo que restar importancia a las agresiones es “complicidad con quienes atacan la convivencia”.
Los sindicatos policiales también han alzado la voz. ErNE ha exigido una defensa “firme e inequívoca” del trabajo de la Ertzaintza, mientras que Sipe ha denunciado el “abandono institucional” de los agentes. Euspel ha convocado una concentración para el miércoles en Bilbao en protesta por los “ataques a la Policía vasca”, y el sindicato Esan ha pedido una respuesta política contundente para evitar que estas situaciones se repitan.
Por su parte, EH Bildu ha defendido su postura, denunciando lo que considera un “doble rasero” por parte de los partidos tradicionales, y ha comparado la contundencia de las condenas con el “silencio” político ante informes internacionales sobre supuestas torturas en el Estado español.