El TS anula el veto vasco a la apertura de centros comerciales más grandes

El Tribunal Supremo ha anulado la legislación autonómica vasca que veta la apertura de nuevos grandes centros comerciales cerca de las tres capitales vascas.

Desde 2004 es imposible construir centros comercial de más de 25.000 metros cuadrados en Bilbao, Donostia y Vitoria, así como en los municipios colindantes, según lo estableció Gobierno vasco al aprobar el Plan Territorial Sectorial de Creación Pública de Suelo para Actividades Económicas y Equipamientos Comerciales (conocido como PTS), como media para proteger al pequeño comercio frente a las grandes cadenas comerciales. El citado PTS también veta que se puedan ampliar los centros comerciales ya existentes en dichas zonas.

La compañía Unibail Rodamco en 2009 quiso ampliar su Centro Comercial Garbera, situado en San Sebastián, pero el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana le denegó los permisos en base al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que a su vez se basaba en el PTS del Gobierno vasco

Unibail Rodamco ha ido recurriendo todas las sentencias y ahora el Tribunal Supremo le ha dado la razón.
La Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo la regulación vasca es contraria a la Directiva Europea de liberalización comercial (Directiva 2006/123/CE) y también colisiona con la legislación general española (Ley 17/2009, de 23 de noviembre) que prevén que sólo se pueden limitar las aperturas de grandes centros a «razones justificadas e imperiosas de interés general, entre las que se encuentran las relativas a la protección del medio ambiente y el entorno urbano, incluida la planificación urbana y rural».

Sin embargo la regulación vasca del PTS, señala el Supremo, sustenta el establecimiento del límite de 25.000 metros cuadrados en razones exclusivamente «económicas y mercantiles» y, por ello «proscritas» tanto en la Directiva Europea, como en la Legislación española.

El Supremo insiste en denunciar que la normativa autonómica veta la apertura de grandes centros comerciales por «criterios económicos» ya que de esta forma pretenden propiciar «un reparto territorial entre las diferentes marcas para favorecer una mayor competencia empresarial, así como para incentivar la implantación de establecimientos comerciales de menor tamaño frente a los grandes equipamientos comerciales».