Euskadi se ha convertido en un centro de distribución para la trata de mujeres refugiadas

Las cifras son alarmantes, en 2016 fueron más de 40 las mujeres atendidas con estos indicios.

La Comisión de Ayuda al Refugiado de Euskadi, CEAR, ha desvelado los primeros datos de una investigación que ha llevado a cabo su equipo de Incidencia y Participación Social.

En él se recoge conclusiones sobre los movimientos de las mafias dedicadas a las trata con fines de explotación sexual que tienen como víctimas a las mujeres refugiadas.

Entre 13.879 y 40.000 mujeres son explotadas sexualmente en el Estado español, uno de los principales países de destino y de tránsito de las redes de trata, según la ONU. Se calcula que la cifra asciende a 140.000 en Europa.

En lo que respecta a Euskadi, el pasado año, se tuvo conocimiento de 40 casos que afectaban a mujeres.A esta cifra hay que sumar, todos los casos que no salen a la luz. Los principales países de procedencia son Nigeria, seguido de Rumanía, China, Paraguay, Brasil y la República Dominicana.

La trata, señala el informe, es una de las más graves consecuencias del control y militarización de las fronteras. Las dificultades cada vez mayores con que se encuentran las personas migrantes y refugiadas para acceder a Europa ponen en riesgo sus vidas y tienen consecuencias especialmente lesivas en las mujeres. La posibilidad de emprender un proceso migratorio sin sufrir violencia sexual o acabar en manos de las redes de trata es casi inviable para quienes vienen de África subsahariana.

Cuando llegan a Euskadi, vienen por lo general sin una noción clara de lo que necesitan de CEAR-Euskadi y del papel de la organización. Hablan con miedo, de forma difusa y contradictoria, asegura CEAR, lo que nos hace presumir que siguen directrices marcadas por la red. Debido a la situación de riesgo que padecen y a las amenazas sobre sus familiares en su país de origen, no hacen mención a su situación de explotación y es complejo establecer relaciones de confianza con ellas.

“Las desarticulaciones de redes de trata nigerianas de las que se han hecho eco los medios de comunicación en los últimos meses y la realidad que detectamos entre nuestro colectivo de atención corroboran que Euskadi se ha convertido en un centro de distribución de mujeres nigerianas a otros puntos de la península y probablemente también de Europa.”

La mayoría son mujeres jóvenes, entre 23 y 27 años, aunque tanto fuentes policiales como organizaciones sociales alertan de que cada vez hay más casos de menores explotadas.