Condena de tres años por maltratar y abandonar habitualmente a su novia en el monte

Un juzgado de Donostia ha condenado a un hombre a penas que suman tres años y cuatro meses de prisión por maltratar física y psicológicamente a su novia, a la que solía abandonar en un monte sin dinero para que tuviera que volver andando hasta Irun, donde residía.

Según la sentencia del caso, estos episodios de malos tratos comenzaron a partir del primer año y medio de relación. El encausado “sometió a su pareja a violencia psicológica de manera habitual, sometiéndola a su voluntad y menospreciándola asiduamente con expresiones como: ‘puta’ y ‘zorra’”. En este contexto, el hombre llegaba a “levantarle la mano, empujarla y a golpear violentamente la puerta de la vivienda y el coche”.

“Igualmente -prosigue el texto-, el encausado, con ánimo de herir la autoestima de su pareja, habitualmente la llevaba al monte y, una vez ahí, tras quitarle el dinero y con la intención de doblegarla, la dejaba sola para que tuviera que desplazarse andando hasta el centro urbano”.

Además, cuando la perjudicada le expresaba su intención de acabar con esta situación dando por finalizada la relación, el inculpado no aceptaba esta “libre decisión” adoptada por la chica y, “con el propósito de constreñir su libertad, la encerraba en su domicilio, llegando en alguna ocasión a mostrarle armas blancas con el objetivo de acobardarla y así obligarla a continuar la relación”.

La perjudicada, quien presenta una afectación psicológica relacionada con los hechos sucedidos a lo largo de la relación, que duró cuatro años.

Durante el juicio por estos incidentes, el encausado se mostró conforme con la pena solicitada por la Fiscalía, por lo que ahora ha sido condenado a penas que suman tres años y cuatro meses de cárcel como responsable de un delito de maltrato habitual en el ámbito familiar, un delito de lesiones y un delito continuado de amenazas con la agravante de parentesco.

Además de las penas de cárcel, la sentencia prohíbe al agresor comunicarse con su víctima o aproximarse a ella durante quince años.