Peatonalización y mejora de seguridad en calles de Donostia

El Teniente de Alcalde de Donostia ha señalado que el Gobierno municipal aprobará la próxima semana los proyectos de peatonalización de las calles Blas de Lezo y Triunfo. Asimismo, el Ayuntamiento va a proceder a la obra de recrecido del pretil del Paseo del Urumea, en la zona de Aldunaene, entre los puentes de Mundaiz y de la Real Sociedad.

La intervención en Blas de Lezo renovará los servicios municipales de saneamiento, recogida de aguas negras y pluviales, alumbrado y otros. La acera en esta calle tiene 11,5 metros de anchura, de los que los tres centrales se destinarán a carril de coexistencia con asfalto fundido coloreado y el resto a acera peatonal, con la tradicional baldosa blanca hexagonal. En ambos extremos se colocarán bordillos de piedra arenisca y aglomerado impreso para la salida de vehículos. Se recolocarán las jardineras, papeleras y bancos existentes en la actualidad.

Aprovechando la obra, se alinea el bordillo de la calle Zubieta frente a Blas de Lezo, dejándolo paralelo a la calle y ajardinando el espacio hoy utilizado como aparcamiento de motos. Para unir esta zona con la calle Blas de Lezo se crea una plataforma peatonal con pasos peatonales semaforizados.

En la calle Triunfo la intervención será similar, renovando servicios, colocando nuevas farolas y semáforos. Dispondrá de un carril de coexistencia de 3 metros de ancho, y se creará una banda de carga y descarga para uso del hotel Europa. En esta calle, se colocará en la acera del Orly una línea de arbolado y bancos para el descanso.

En cuanto a la mejora de seguridad en el Paseo del Urumea, se trata de una zona en la que tras las intervenciones urbanísticas registradas a partir del inicio de las obras de Aldunaene en 2008, el actual pretil de protección ha quedado a una escasa altura, apenas 30 centímetros en algunos tramos, con el consiguiente riesgo de caídas al río por parte de los viandantes. La obra, que durará tres meses, consistirá en aumentar la mampostería de caliza hasta alcanzar la cota deseada de los 90 centímetros, incluida la losa o imposta de caliza que lo remata.