Hondarribia ha estado en Olivenza con la Red de Ciudades y Villas Medievales

Olivenza ha acogido este fin de semana el XI. Concurso de Pintxos Medievales, así como la asamblea de la Red de Ciudades y Villas Medievales. Hasta allí se han desplazado el Alcalde de Hondarribia y presidente de la Red Txomin Sagarzazu, así como Gorka Irisarri, cocinero de Danontzat Gastroteka, que ha ejercido como embajador de los cocineros hondarribiarras.

“La valoración que hacemos es muy positiva” dice el Alcalde Txomin Sagarzazu. “Quiero agradecer la hospitalidad de Olivenza y la magnífica organización del XI Concurso y del fin de semana medieval en la ciudad”.

“La asamblea ha contado con once socios, con tres nuevas incorporaciones, como Manzanares El Real de madrid, Jerez de los Caballeros de Badajoz y Ciudad Rodrigo de Salamanca. Fueron dos horas y media de reunión, con muchos proyectos encima de la mesa. Estamos en una fase ilusionante, de expansión de la Red, receptiva para generar nuevos proyectos, para compartir nuevas propuestas y trabajarlas de manera conjunta”, afirma Sagarzazu.

“Además del concurso de pintxos medievales, seguimos trabajando con la Red-Corriendo el Medievo, y hemos repasado los nuevos proyectos de la Red, como es la renovada página web, o que la Asociación va  a trabajar en nuevos proyectos y soportes de comunicación de cara al año 2019” sigue Sagarzazu.

Buen trabajo de Gorka Irisarri

Han sido siete los cocineros que han trabajado por el título de mejor pintxo medieval, provenientes de Hondarribia, Laguardia, Estella, Consuegra, Olivenza, Sigüenza y Marvao en Portugal.

Como representante de Hondarribia ha acudido Gorka Irisarri y su pintxo ‘Aitatxi’, de Danontzat Gastroteka, realizando un muy buen trabajo. El vencedor ha sido Jorge Ruiz Luzuriaga, cocinero jefe del Bar Florida de Estella.

Sobre el concurso, ensalzó la labor de “los cocineros, que son una apuesta segura, porque nos aportan lo mejor que tienen, representan con un cariño infinito a cada una de sus localidades, y nos dan en cada edición del concurso y certamen una hermosa lección de generosidad, de espíritu de colaboración y de compañerismo” finaliza Sagarzazu.