El Complejo Medioambiental de Zubieta clave en el impulso de la economía circular en Gipuzkoa

José Ignacio Asensio: “La valorización energética es una fuente de energía renovable, evita el consumo de combustibles fósiles y contribuye a disminuir las emisiones y frenar el cambio climático”. 

El Centro cultural Tabakalera ha acogido esta mañana la jornada “El papel de la valorización energética en la economía circular” organizada por el Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK), órgano competente en la gestión en alta de los residuos del Territorio. Entre otros, han participado en este encuentro el presidente del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa y diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, el director general de GHK, César Gimeno, y el director técnico de Waste-to-energy Agency City de Oslo, Jhonny Stuen.

El presidente del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa y diputado foral de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, y el director de GHK, César Gimeno, han sido los encargados de dar comienzo al curso recordando que la Cumbre de París considera la valorización energética de residuos una fuente de energía renovable. El diputado Asensio, en su intervención, ha destacado que la valorización energética evita el consumo de combustibles fósiles y contribuye a disminuir las emisiones y frenar el cambio climático: “No tiene sentido seguir enterrando recursos valiosos en vertederos para dejar una hipoteca ambiental a nuestros hijos e hijas”, ha dicho Asensio, que ha puesto en valor el papel del CMG-1 para dotar a Gipuzkoa de un sistema de gestión de residuos a la altura de los países más desarrollados de Europa. 

Asensio ha insistido en la importancia de transformar los residuos en recursos para reintroducirlos en el ciclo productivo y crear productos de valor añadido, resaltando que es esta la clave de la economía circular: “En este nuevo paradigma, la existencia del residuo es consecuencia de una incorrecta gestión; bajo los parámetros de la circularidad los residuos dejan de existir. Y en este nuevo enfoque la valorización energética tiene un importante papel. El principio de aprovechamiento de los recursos comienza por la reutilización de los objetos y bienes, continúa con la recuperación de materiales y materias primas, a través del reciclaje, para culminar con la valorización energética, que evita el vertido y la quema de combustibles fósiles, contribuyendo a la reducción de emisiones de CO2 y, consecuentemente, a la lucha contra el cambio climático. Por todo ello, Europa considera renovable la energía procedente de la valorización de los residuos”.

A continuación, el director técnico de Waste-to-energy Agency City de Oslo, ha analizado y expuesto su experiencia sobre el reciclaje sin desperdicio. Por su parte, Ángel Fernández Homar, presidente de la fundación para la Economía Circular, ha centrado su ponencia en la energía producida a través de los residuos urbanos. La directora de Medio Ambiente de la Zona Norte de SGS Tecnos, Ainhoa Mendivil, ha dado a conocer el control y seguimiento en componentes bióticos y abióticos en el entorno del Complejo Medioambiental de Gipuzkoa. Carles Salesa, director del Consorcio de Residuos Maresme, ha explicado cuál es la planificaión de infraestructuras y el rol de la valorización energética. Y por último, la directora de Sostenibilidad de Tirme, Amalia Cerdá, ha expuesto la transición hacia una economía baja en carbono y circular y cuál es la contribución de la valorización energética de los residuos. En el caso de Gipuzkoa, la planta de valorización del Complejo Medioambiental de Zubieta produce, a partir de residuos no reciclables, energía eléctrica suficiente (160.000 Mw.h./año) para abastecer las necesidades de 45.000 hogares. Es la alternativa a enterrar 150.000 toneladas anuales de residuos en un vertedero, una opción que felizmente ha podido ser descartada en nuestro territorio, gracias al compromiso y la participación de la ciudadanía y a la puesta en marcha de unas infraestructuras que ponen punto final a la cultura del vertido y los residuos y abren las puertas al futuro que representa la economía circular.

El proyecto guipuzcoano está basado en las directrices europeas y sus principios esenciales son reducir al mínimo los residuos generados mediante la prevención, la concienciación y la sensibilización y considerar el residuo como un recurso, recuperando los materiales reciclables y aprovechando la energía que contienen. Para poder cumplir estos principios Gipuzkoa ha considerado la valorización energética como opción prioritaria ante los vertederos y como la mejor solución para la problemática del Territorio.