Jokin Bildarratz, consejero de Educación del Gobierno Vasco, critica la huelga convocada por los sindicatos: «Es difícilmente comprensible convocar una huelga ante un texto que aún se desconoce»

El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, ha considerado «difícilmente comprensible» convocar una huelga ante un texto de la futura Ley de Educación que «se desconoce», ya que los grupos parlamentarios «están en un proceso de negociación». Por otro lado, ha dicho observar una actitud «positiva» por parte de los grupos parlamentarios para poder llegar a un acuerdo para las bases de un pacto educativo.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno Vasco, Bildarratz se ha referido, de esta forma, a la jornada de huelga convocada por ELA, LAB, STEILAS y CCOO el próximo 25 de marzo en el ámbito educativo para denunciar que el borrador de la ley de Educación no recoge las reivindicaciones de la plantilla.
Según ha precisado, en estos momentos, los grupos parlamentarios «están en un proceso de negociación» de las más de cien enmiendas presentadas al borrador de la Ley de Educación «para dar con un texto definitivo». En ese sentido, ha afirmado que «sorprende que haya convocada una huelga ante un texto que se desconoce, porque no existe».
En estos momentos, ha insistido, los grupos parlamentarios están tratando de llegar a «acuerdos diferentes», en una actitud, además, «ejemplar» y «positiva», ya que, «antes de empezar con ningún proceso de trabajar ninguna ley, lo que han determinado en el Parlamento es escuchar a los diferentes agentes educativos».
Por ello, se ha preguntado «si el Parlamento es la representación soberana de la sociedad que ha elegido a través de unas votaciones, si todavía no conocemos ningún texto, si además tampoco se prevé tratar sobre condiciones laborales, cuál es el motivo de esta huelga», cuando, además, «lo que está buscando el Parlamento y los grupos parlamentarios es precisamente un pacto educativo».
«Si lo que se está buscando es un pacto educativo, lo que está haciendo el Parlamento es subrayar una voluntad de diálogo y de entendimiento, que es lo que tenemos que trasladar a la sociedad», ha reiterado.
Por todo ello, ha considerado que convocar una huelga «que va en contra de ese mensaje del diálogo y el entendimiento es difícilmente comprensible».
Bildarratz, que no ha entrado a valorar cuáles pueden ser los objetivos de cada uno de los sindicatos convocantes, ha insistido en que le «extraña mucho que alguien pueda querer condicionar lo que es la actividad de un parlamento. El consejero de Educación ha reiterado que convocar «una huelga que podríamos calificar de preventiva, sin saber ni conocer en estos momentos en el texto en el que están trabajando o los acuerdos a los que pueden llegar los parlamentarios, cuando menos sorprende».
Tras recordar que el documento no se votará en pleno hasta el 7 de abril, Bildarratz ha insistido en que hay más de 100 enmiendas presentadas y, además, ha remarcado que no están hablando de los derechos de los trabajadores.
«En este pacto educativo se está hablando de otras cuestiones, de la futura educación, de determinados ámbitos y características de la educación, como son el empoderamiento del centro y el que el alumno sea el centro de nuestro proyecto educativo y de la descentralización en favor de un trabajo conjunto con otras administraciones, por lo que sorprende verdaderamente que estemos en esta situación», ha manifestado.
Tras subrayar que «se está trabajando para poner las bases para un acuerdo educativo», ha emplazado a ver «cómo transcurren los días» y, al margen de la huelga, Bildarratz ha dicho observar una actitud «positiva» por parte de los grupos parlamentarios en la negociación del documento.
Según ha destacado, «en un principio, hay un clima positivo», tanto por parte de los grupos que conforman el Gobierno como de Elkarrekin Podemos y EH Bildu, aunque «en política en muy poco tiempo las cosas pueden ir cambiando». «Con lo que sí me quedo es que veo una actitud por parte de los grupos parlamentarios positiva para poder llegar a un acuerdo y por eso me sorprende la actitud de los sindicatos», ha concluido.