Los avances en la genética forense han permitido atribuir la autoría del asesinato de dos ertzainas cometido en Beasain en 2001

@ertzaintzaEJGV

La Ertzaintza ha comunicado que los últimos avances científicos en materia de genética forense han permitido atribuir a Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, que actualmente cumple condena en Francia, la autoría del atentado de ETA cometido el 23 de noviembre de 2001 en Beasain, en el que la organización armada tiroteó a Francisco Javier Mijangos y Ana Isabel Arostegi, agentes de la Ertzaintza, mientras estaban regulando el tráfico en la calle Sempere.

La Ertzaintza maneja la hipótesis de que en el atentado pudieron participar más personas y, por ello, la investigación continúa abierta hasta el total esclarecimiento de este atentado y la puesta a disposición judicial de todas las personas que participaron en el asesinato de el y la agente de la Ertzaintza.

Avances en la genética forense

Dos días después del atentado, el 25 de noviembre de 2001, la Ertzaintza localizó, también en Beasain, el vehículo robado que Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe empleó para cometer el mortal atentado. El equipo de la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza consiguió neutralizar el artefacto explosivo eléctrico con temporizador colocado para volar el turismo tras la huida y destruir así las pruebas que facilitaran su identificación.

De la inspección ocular en el vehículo, la Ertzaintza obtuvo numerosas evidencias, entre ellas rastros lofoscópicos y evidencias genéticas, que han sido cotejadas periódicamente con la base de datos de la Ertzaintza, bases de datos estatales y europeas. Paralelamente, durante estos años la Ertzaintza, con autorización judicial, ha recabado en numerosas cárceles perfiles genéticos de integrantes de ETA que se encontraban en activo durante el periodo en el que se cometió este atentado.

Gracias a los avances en materia de genética forense, el pasado 9 de junio, las evidencias anónimas correctamente preservadas durante esta investigación dieron resultado positivo permitiendo determinar la autoría de, al menos una persona, en este fatal atentado. Concretamente, uno de los perfiles genéticos anónimos obtenidos en el envoltorio de un caramelo situado en el vehículo empleado para huir es coincidente con el perfil genético de Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe.

Casquillos

Además, en el lugar del atentado fueron localizados casquillos percutidos pertenecientes a las armas empleadas en el asesinato de Arostegi y Mijangos. Tras cooperación con las autoridades francesas, mediando Comisiones Rogatorias Internacionales, se identificaron plenamente las armas empleadas en este asesinato, ya que fueron incautadas en un operativo contra ETA en Francia. La Ertzaintza se desplazó a Lyon, sede central de la Policía Científica francesa, donde se cotejaron las vainas localizadas en el lugar del atentado con las bases de datos francesas, obteniéndose el resultado positivo.