Una empresa de Getxo, centro de operaciones de una red de venta de armas a terroristas y bandas delictivas

La operación tiene su origen en el seguimiento que los investigadores llevaron a cabo de las armas empleadas por un terrorista en el atentado contra el museo judío de Bruselas el 24 de mayo de 2014, en el que resultaron muertas cuatro personas por los disparos de un ciudadano de nacionalidad francesa y de origen argelino.

La Policía Nacional ha detenido a cinco personas, cuatro hombres y una mujer, todas de nacionalidad española, que integraban una organización dedicada a la proliferación y al tráfico ilícito de armas. Los arrestos se han producido en Olot (Girona), Liendo (Cantabria), Galdákao y Getxo (Vizcaya), donde se ha hallado un sofisticado taller para la manipulación y reactivación de estas armas.

En la operación se han incautado por el momento más de 8.000 armas de guerra listas para su venta en el mercado negro internacional a organizaciones terroristas y delincuencia organizada.

Los cinco detenidos integraban una organización criminal dedicada a comprar legalmente armas de guerra inutilizadas que posteriormente reactivaban y ponían a la venta en el mercado negro. Su actividad fundamental consistía en la adquisición de las armas a través de cauces legalmente establecidos, para posteriormente adquirir las piezas necesarias para su reactivación y ponerlas en circulación de manera ilegal. Para no levantar sospechas ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, adquirían las armas empleando una empresa legal dedicada a la venta de material deportivo, pero que, sin embargo, carecía de la licencia necesaria para la venta de este tipo de componentes.

Este «modus operandi» de adquisición de las armas fue el utilizado en los atentados cometidos en París el pasado 7 de enero de 2015 contra los trabajadores del semanario satírico «Charlie Hebdo», en el que murieron doce personas e hirieron a otras once, todas ellas con armas de fuego rehabilitadas, adquiridas en su día en una armería eslovaca.

La operación tiene su origen en el seguimiento que los investigadores llevaron a cabo de las armas empleadas por un terrorista en el atentado contra el museo judío de Bruselas, el 24 de mayo de 2014, en el que resultaron muertas cuatro personas por los disparos de un ciudadano de nacionalidad francesa y de origen argelino.