Una presa en Austria, de ascendencia vasca, es trasladada a una prisión para hombres por resultar demasiado peligrosa

La hispano-mexicana Estíbaliz Carranza, apodada en Austria como la “heladera asesina” ha sido trasladada a la prisión de Asten, una cárcel hasta el momento exclusiva para hombres, al ser considerada como demasiado peligrosa para estar en una prisión de mujeres.

Carranza cumple cadena perpetua en la cárcel de Schwarzenau, en Baja Austria. Es una penitenciaría exclusivamente para mujeres, donde Carranza adquirió fama de reclusa muy peligrosa y fue diagnosticada con un «trastorno grave, completo y multifacético de la personalidad».

Hija de un psicólogo, periodista y escritor esóterico mexicano y de una alavesa, residente en Barcelona, Carranza nació en 1978 en México D. F. y tenía la doble nacionalidad. Cuando se casó se trasladó a Viena donde en 2006 montó su negocio: la heladería «Schleckeria».

Los crímenes de Carranza se sucedieron en 2008, cuando disparó en la cabeza a su exmarido Holger Holz mientras estaba sentado en el ordenador. Dos años más tarde también acabó con la vida de a su exnovio, Manfred Hinterberger, mientras éste dormía.

Posteriormente, y al no saber qué hacer con los cadáveres, los descuartizó con una motosierra y guardó sus restos en el sótano de su heladería. Fue llevada ante los tribunales el 22 de noviembre de 2012 en un juicio en el que, además de ser condenada, se ganó el apodo de «la asesina del hielo».

En el nuevo destino penitenciario, Carranza será atendida por el personal médico, que incluye 45 enfermeros, 18 terapeutas, cuatro especialistas, y vigilada por ocho guardianes, afirman los medios austriacos. La cárcel recibía históricamente solo a varones y por ahora tiene a 91 reclusos, algunos de ellos también condenados a cadena perpetua.