Médicos sin Fronteras hace un video simulacro de lo que sería un bombardeo sobre el Hospital de la Paz

“Nunca es justificable atacar a heridos y enfermos en sus camas”, ha dicho e Joan Tubau, director general de Médicos sin Fronteras tras presentar el video del bombardeo simulado del Hospital La Paz en Madrid como denuncia a los ataques a la misión médica en zonas de guerra.

Con la colaboración del Hospital Universitario La Paz y de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, MSF ha elaborado una simulación de un bombardeo sobre un hospital en zona de guerra para denunciar este recurso bélico que se está generalizando y considerando aceptables como estrategia de guerra en los dos últimos años.

 

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Solo en la primera mitad de 2016 se han registrado más de 100 ataques, en los que al menos 185 personas han muerto. Un 40% de ellas eran personal sanitario: eran médicos, enfermeros y paramédicos sirios, yemeníes, afganos, sudaneses… Murieron mientras aliviaban el sufrimiento de sus pacientes, cuenta Tubau.

“Imagínense un hospital funcionando, como el Hospital de La Paz. En la pediatría hay niños enfermos y otros a los que mañana darán el alta, jugando unos con otros. Hay dos o tres mujeres a punto de dar a luz mientras sus familias esperan fuera. En la UVI, se recupera una víctima de un accidente de coche. Hay una cirugía urgente en quirófano y un cambio de turno de enfermería. Las consultas externas están llenas.

Y de repente, todo salta por los aires y muchos son despedazados por las bombas o aplastados por los escombros. Esto pasa en hospitales como La Paz de manera casi cotidiana.

En los últimos meses, Alepo se ha convertido en el ejemplo más desgarrador de esa brutal tendencia. Los hospitales del este de la ciudad han sido atacados sin descanso con el objetivo perverso de negar la atención médica a la población en los momentos más duros de la guerra.

Es una estrategia cínica, cruel e inhumana que persigue la victoria militar a cualquier precio.

Los hospitales son casi siempre los últimos espacios de humanidad en los que refugiarse cuando la crueldad y la violencia desmedida lo arrasan todo. Su destrucción premeditada busca aniquilar la última esperanza de los hombres, mujeres y niños atrapados por la guerra.

Pero las consecuencias no son solo inmediatas. No solo mueren los pacientes y médicos que están dentro; también sufren o mueren quienes ya no podrán ser atendidos cuando estén enfermos o heridos, quienes verán interrumpido el tratamiento para la diabetes, o las mujeres y bebés que no recibirán cuidados adecuados en el momento del parto.”

Así se expresaba en su discurso de presentación el director de la Ong que también pedía que los hospitales y centros de salud se protejan sin reservas. “Cualquier otra cosa es una vulneración flagrante e injustificable de las normas de la guerra.”