Según los datos de la Diputación, correspondientes a este mismo mes de agosto, el territorio ha superado un nuevo techo y actualmente hay ya 27.023 personas con algún grado de dependencia y una gran parte de ellas, nueve de cada diez, percibe algún tipo de servicio o prestación.
En más de la mitad de los casos las ayudas son económicas y están dirigidas tanto a facilitar la accesibilidad de quienes las reciben como para impulsar su cuidado en el entorno familiar y la contratación de asistentes personales.
La Diputación foral, que atiende al 78% de los dependientes -y al 94% de los grandes dependientes-, pretende que los servicios y prestaciones estén en su mayoría orientados «a garantizar una atención adecuada a las necesidades de las personas lo más próxima posible a su entorno». Se da prioridad a la permanencia en el domicilio frente al ingreso en una residencia, como lo demuestra el hecho de que el 85% de las prestaciones económicas para asistentes personales de todo el Estado se conceden en Gipuzkoa.
Según datos de la Diputación, el 72,6% de los dependientes guipuzcoanos se beneficia del trabajo que realizan los servicios orientados a la atención domiciliaria y a la promoción de la autonomía personal como los centros de día y ocupacionales, el servicio de ayuda a domicilio (SAD) y los servicios de respiro. Esta labor se refleja en el bajo porcentaje de dependientes que viven en una residencia. Si en Euskadi es el 22%, en Gipuzkoa la cifra desciende al 19%, tres puntos por debajo de la media.
